martes, junio 23, 2009

Influencia del Turismo Rural en el medio rural

La adopción de un desarrollo sostenible debe necesariamente enmarcarse dentro de la actividad humanas, turística, planificación y desarrollo local.
INFLUENCIA DEL TURISMO RURAL EN EL MEDIO RURAL
En 1987 el "Informe Brundtland", [1] de la Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo, de 1987 hacía un llamamiento para la adopción de un desarrollo sostenible, en el que necesariamente deben enmarcarse las actividades humanas. El informe, publicado en varios idiomas bajo el título de Nuestro Futuro Común, declaró que el desarrollo sostenible [2] es el "desarrollo que atiende a las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de atender a sus propias necesidades". [3] También la actividad turística, al igual que otros sectores productivos, tiene que orientarse hacia el desarrollo sostenible.
"El turismo y la conservación del medio ambiente pueden ser compatibles, con una buena planificación y gestión. Esto va a incidir además no sólo en la calidad de vida de la población local, también en que el turista se sienta atraído por el entorno de ese producto turístico".
"Ecología y economía están cada día más interrelacionadas -local, regional, nacional e internacional- en un red sin causas y efecto". [4] Las actividades turísticas dependen enormemente de la existencia de un medio ambiente cuidado y conservado, lo que está en relación muy directa con la población local de ese entorno y de sus actividades.
Es importantísimo además de la conservación del medio el tener una planificación y gestión adecuadas, no sólo del medio ambiente, también de la cultura y tradiciones de las gentes que habitan en ese medio.
No podemos olvidar que unos paisajes han sido "construidos" por sus habitantes, que con unas actividades de pastoreo y laboreo determinadas han ido conformando la peculiaridad de sus valles: prados, bosques, caminos empedrados, muretes, cañadas, etc.
En muchas partes de España y Europa, las actividades económicas del sector primario están en una clara regresión, además, el sector secundario tampoco se caracteriza por su desarrollo precisamente, ya que no se potencia ningún tipo de industria. Sin embargo, el sector servicios está experimentando en los últimos años un gran crecimiento, debido al aumento del turismo.
El turismo rural por ello debe contribuir a crear unas rentas complementarías a las actividades de por sí tradicionales entre la población local, el fomento excesivo del turismo puede tener un efecto negativo, ya que el abandono de las actividades económicas tradicionales conlleva una transformación cultural y del medio que es precisamente la que se está difundiendo para atraer al turista.
El problema comienza cuando el turismo se desarrolla hasta llegar a ser el sector del que mayores rentas se obtienen, dejando de lado otras actividades que han constituido durante siglos la forma de vida de la población.
En cualquier caso, se deberá priorizar la formación de la población local, para que conozcan en profundidad las posibilidades de desarrollo del medio en el que viven, la conservación de sus espacios naturales, y la importancia de preservar su cultura y su patrimonio para las generaciones venideras. La oferta de actividades turísticas se debe plantear de forma consciente, teniendo siempre unos objetivos claros como son el aumentar la calidad de vida de la población local; proporcionar al turista experiencias enriquecedoras de gran calidad y mantener la calidad del medio ambiente, este objetivo afecta tanto a la población local como a la población turista. En definitiva, el desarrollo turístico en el medio rural, sólo será viable si se plantea como un desarrollo sostenible.
PLANIFICACIÓN
Se pueden llevar a cabo numerosas acciones para lograr un desarrollo en armonía entre la población, el medio ambiente y la economía. Enumeramos a continuación los puntos claves que debemos tener en cuenta a la hora de planificar: ser conscientes del problema; proteger los componentes más desfavorecidos: la naturaleza, las actividades tradicionales y la población local; gestionar una política activa en materia de propiedad inmobiliaria y planificación del territorio; adoptar una política de equipamiento restrictiva con unos objetivos previamente definidos; proteger la naturaleza y el paisaje: con una política "verde" de desarrollo; reforzar la agricultura y silvicultura; mejorar las posibilidades económicas locales y la calidad del empleo; mantener, defender y desarrollar las actividades culturales; estudiar un desarrollo adaptado al medio ambiente y fijar de forma rigurosa los objetivos de desarrollo cuantitativo y cualitativo.

MASIFICACION
Se han de establecer unos límites al crecimiento, ya que todo destino turístico o recurso tiene una capacidad de carga. Se trata de determinar cuales son los usos que puede tener un recurso y cual es el límite de uso a partir del cual el recurso se destruye o altera. Establecer la capacidad de carga es algo complejo tanto a nivel conceptual como metodológico. Los gestores deberán analizar diferentes puntos para poder calcularla: el espacio (rural‑económico‑recreativo); tolerancia por parte de la población local; la satisfacción de los turistas y la tasa excesiva de crecimiento o cambio.
A modo de ejemplo, en el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido, Pirineo Aragonés, se están adoptando las medidas para restringir el acceso, haciendo aparcamientos en las zonas bajas y poniendo servicios de autobuses. Este parque tiene una afluencia muy elevada de turistas, y sus gestores pretenden limitar el número de visitantes.

EVOLUCIÓN Y DESARROLLO LOCAL
Desde los años 50, en numerosos países del Norte y Centro de Europa, y desde los años 70 en los países del Sur, el turismo rural es considerado como una estrategia importante, con unas características peculiares como son que se fija la población, se generan empleo y se promueve el desarrollo socioeconómico de las zonas desfavorecidas. Esta evolución se explica por los siguientes elementos el turismo rural satisface la demanda de espacios abiertos para la práctica de actividades varias; mantiene un creciente interés por el patrimonio natural y la cultura rural por parte de los que viven en zonas urbanas, además los agentes locales toman conciencia de las posibilidades de sus recursos, tanto por su efecto multiplicador y productor de ganancias complementarías, como por su capacidad de creación de sinergias y generador de demanda de infraestructura y de servicios de apoyo al mundo rural, lo que beneficia tanto a la población local como a sus visitantes
El caso de las altas Alpujarras Occidentales, en las laderas de alta montaña de la provincia de Granada, situadas aproximadamente a treinta kilómetros del litoral, pone de manifiesto el potencial del turismo rural.
Además el desarrollo turístico se acelera desde 1982 con el crecimiento de la demanda proveniente de los centros urbanos. En el lapso de 10 años, la población empleada en los servicios ha pasado del 25% al 66%, mientras la población agrícola ha disminuido del 70% al 38%. En una población constante estas cifras muestran la existencia de una transferencia masiva de activos hacia el turismo y las actividades que se derivan.
Por otra parte el número de comercios se ha multiplicado en 2,15 veces y este desarrollo tiene también un impacto en el mantenimiento del artesanado local (tejidos, alfarería, productos alimenticios tradicionales).
También hacen que las capacidades de acogidas también se han multiplicado 2,5 veces en 10 años, y desde hace 5 años se están invirtiendo capitales exteriores a la región, en el desarrollo turístico. El volumen de ventas generado por el turismo y sus actividades derivadas en 1990, ha sido evaluado por el estudio en 2,3 millones de ECU, lo que significa una multiplicación por 12 en términos normales desde 1982. Pero en este caso, el turismo es una actividad que crea ganancias sin ayudar al mantenimiento de las explotaciones agrícolas, de las cuales se encuentra desvinculado. Las posibilidades de empleo en la actividad turística aceleran el abandono de la actividad agrícola y en particular la conservación de las terrazas que modelan los paisajes. [5]
Por último se ha detectado que se está dando una preocupación de las administraciones públicas en la promoción del turismo rural. ya que éste permite asegurar la conservación de unos espacios naturales vivos y unos modos de vida útiles tanto para sus habitantes como para las futuras generaciones urbanas.

[1] Publicado en 1987, bajo la dirección de Gro Harlem Bruntland, primera ministra de Noruega.

[2] La primera vez que se utilizó el término desarrollo sostenible fue en "International Union for the Conservation of Nature and Natural Resources" en el año 1980.

[3] World Commission on Environment and Development, 1987, pág.43.

[4] WCED, Op. cit.

[5] Extraído de "Les facteurs de résistance à la marginalisation dans les zones de montagne et défavorisées méditerranéennes communautaires".

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